Orlando, Fantasia y Realidad

Hace pocos días por razones personales tuve que ir a Orlando, Fl. En realidad fue un viaje patrocinado por el miedo de mi madre a volar sola, y por la naturaleza de mi trabajo yo era el único de sus retoños que podía acompañarla, así que aproveche y tome unas vacaciones emergentes.

Fue un viaje de contrastes, por un lado toda la fantasia, de hecho es una competencia por quién es más capaz de cruzar la barrera de la imaginación. Yo tengo mi propia lista de ganadores y es parcial, porque solo pude ver si acaso un 25% de la oferta. Algunas son interesantes como un paseo por las alturas de una imitación del Serengueti, algunas terrorificas como caer 60 mts al vacio en una montaña rusa, y otras tan emotivas como la ballenita esa, una orca asesina amansada, hasta el más macho se le escapa una cucharita, cuando te llevan poco a poco con musica emotiva, yo casi lloro hasta que dijieron que aplaudieramos a los familiares de nuestros heroes que estan luchando por nuestra libertad, en ese momento la lagrima que se asomaba por un recodo del ojo creo que se devolvio y prefirio salir por una axila.

Así es como funciona, los emociona, los adorna, les pone un fondo músical bien corrrongo que te inspira y cierras tus ojos de la emoción y cuando los abres tienes una M16 en las manos y estás perdido en alguna calle de Bagdad y tienes que matar antes que te maten a tí, y no importan las razones, hay que sobrevivir, mientras otros hacen la guerra desde un escritorio.

De repente la fantasia se vuelve ficción y la ficción en una gran mentira.

Y por otro lado, la realidad, por lo menos todos los días observe de 3 a 4 latinos aplicando en cuanto lugar por un trabajo. De hecho para las personas que viven en Orlando, latinos, negros o norteamericanos, el ir a los parques temáticos es prohibitivo, les resulta demasiado caro. Ancianos trabajando, no por gusto, sino porque se les acabo la pensión.
Gente trabajadora, que para poder sustentar una vida opulenta viven endeudados, pero como es normal, hasta a veces la regla, que importa si tengo mi casa, mi camioneta y TV de 38".

En fin, yo, con un presupuesto modesto, tratando de hacer malabares para poder disfrutar al máximo, mientras me preguntaba como pueden sustentar una vida así, decidí disfrutar del momento y lugar, (ya era hora) y me dedique a vagabundear por las principales vias del Orlando turístico, los outlets, los malls y cuanta atracción de bajo costo me encontrara de camino, y lo logre y en realidad todo es lindo, bueno dicen que quién no ha visto un altar en cualquier fogón se persina, que hasta el aeropuerto me parecio un lindo gran jardín.

Y el Climax llego la noche que fuimos al Cirque de Solei, definitivamente encabezando la lista de ganadores. El espectáculo es alusinante, al final te duelen los ojos por no querer papadear y perdente algún momento, un instante de magia, una sorpresa, lo que fuera, hasta al que acomoda a la gente, y eso que el espectáculo ya lo habia visto varias veces por tv.

Y al final, el regreso, el casí desnudarse en los aeropuertos, las filas, los vuelos atrasasos, que por cireto fueron todos.

Y mi frase para recordar del viaje, por parte de un sobrecargo en el altavoz del avión, despúes de una larga espera y un cambio inesperado de avión:
"perdonen el atraso y gracias por su paciencia, pero el otro avión no servia y tuvimos que buscar otro"